Consejos para desestresarte con una buena ducha

La ducha tiene como función principal la limpieza del cuerpo, así como la hidratación de la piel. No obstante, sus beneficios van muchísimo más allá que la parte puramente funcional; una buena ducha puede conseguir eliminar el estrés y hacer que estés más relajado. Si bien es cierto que son muchas las personas que se duchan rápido, ya sea por la mañana o por la noche, lo más recomendable es tomarte diez minutos del día para tí, para disfrutar de este momento sin ningún tipo de prisa.

Una de las mayores dudas con respecto a la ducha tiene que ver con que si es mejor ducharse por la mañana o por la noche. Pues bien, lo cierto es que no hay una respuesta universal; depende de tus propios gustos y preferencias, así como de lo que necesites. Generalmente, las duchas mañaneras vienen muy bien para empezar el día cargado de energía; mientras, las duchas nocturnas favorecen de manera considerable el descanso y el sueño. Por lo tanto, en función de tus necesidades, puedes escoger un horario u otro.

5 Consejos para una buena ducha

A continuación explicamos los mejores tips para conseguir que la ducha sea un momento desestresante.

  • Agua caliente o fría

El eterno debate sobre si es mejor ducharse con agua fría o caliente. Por un lado, el agua caliente produce un efecto sedante que ayuda a liberar las tensiones tanto físicas como mentales. Y, por otro lado, el agua fría viene muy bien para la circulación y para eliminar el cansancio.

Por lo tanto, lo mejor es empezar la ducha con agua caliente; la temperatura debe ser similar a la temperatura corporal, es decir, sin superar los 36 grados porque si no se elimina la barrera protectora de la piel. Poco a poco, debes ir bajando la temperatura del agua hasta que quede fría al final. El contraste entre agua fría y caliente viene de maravilla.

  • Tiempo

¿Cuánto tiempo debe durar la ducha ideal? Los expertos recomiendan que no vaya más allás de los 10 minutos. El motivo no es otro que el cuidado de la piel; exponerla al agua caliente durante más de 10 minutos puede resecarla y, como consecuencia, dañar sus defensas naturales.

  • Esponja y gel

Que una ducha sea un momento relajante depende en gran medida del tipo de esponja que utilices. Actualmente puedes encontrar en el mercado manoplas muy suaves que resultan muy cómodas y, además, aptas para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles. Aprovecha para masajear tu cuerpo haciendo movimientos circulares desde los pies hasta la cabeza.

En cuanto al gel, lo ideal es utilizar uno hipoalergénico y suave, que no resulte agresivo para la piel. El gel para el cuerpo y la cara debe ser diferente ya que estas zonas tienen necesidades distintas.

  • Ambiente

Para una ducha desestresante el ambiente que crees en el baño es fundamental. Por mucho que apliques los consejos anteriores, es imposible relajarse si la luz del baño es muy intensa y, además, hay mucho ruido.

Lo primero es escoger la música; en plataformas de música como Spotify puedes encontrar listas de reproducción específicas para ducharte, con temas relajantes. Luego, decora el baño con alguna vela aromática, y ya lo tienes todo listo. Apaga la luz del baño y toma la ducha simplemente con la luz de las velas; te ayudará a relajarte y a liberarte de todo el estrés acumulado.

  • Secado y cuidado de la piel

Una vez duchado, lo más aconsejable es utilizar una toalla o albornoz de rizo, ya que absorben mejor el agua. Sécate muy suavemente, sin frotar en exceso la piel. Y, por último, aplícate una buena crema hidratante.

Como puedes comprobar, convertir tu ducha diaria en un ritual de paz y relajación es muy sencillo; tu cuerpo y tu mente lo agradecerán. Simplemente tienes que reservar 10 minutos al día para ti. Si te encuentras demasiado estresado, lo ideal es que antes de darte una ducha relajante, dediques 5 o 10 minutos a practicar algún ejercicio de meditación. De esta manera, conseguirás entrar en la ducha muchísimo más relajado y disfrutarás al máximo de ella.