¿Cómo conseguir un baño con estilo nórdico?
Si hay un estilo atemporal con el que decorar tu cuarto de baño, ese es sin duda el estilo nórdico. Se trata de una corriente decorativa que apuesta por los colores claros, conjugados por accesorios (como banquetas o toallas) de colores más oscuros, como los tonos tierras. Todo ello, con un toque minimalista, que hace posible que el mobiliario de tu cuarto de baño no se pase de moda nunca.
El estilo nórdico tiene ya presencia en todo el mundo, convirtiéndose en una tendencia muy empleada gracias a su elegancia y funcionalidad, dando lugar a espacios modernos, limpios y agradables de ver y utilizar. El estilo nórdico, originario de los países escandinavos, se puede llevar a todas las habitaciones de un hogar, pero ha tenido éxito especialmente en el cuarto de baño, debido a, como íbamos diciendo, la necesidad de crear espacios limpios y funcionales en el cuarto de baño.
Las claves para lograr un cuarto de baño con estilo nórdico
¿Pero cómo conseguir un cuarto de baño nórdico? La idea principal y más importante es marcarnos el objetivo de crear un cuarto de baño que emplee muebles y elementos pulcros,de color preferiblemente blanco. La sencillez ha de ser tu mantra. Pero cuidado, tampoco hay que pasarse. Algún detalle, como una banqueta, una pequeña escultura o unas flores que ayuden a mitigar el riesgo de convertir a tu cuarto de baño en una estancia sosa y demasiado fría.
Porque el estilo nórdico, a pesar de valerse en gran medida del color blanco, ha de estar orientado a conseguir un ambiente relativamente cálido, aocgedor. ¿Y cómo conseguir este efecto? Pues con los accesorios, un elemento clave en toda habitación que se precie, pero verdaderamente fundamentales en un cuarto de baño que aspire a conseguir un aspecto nórdico.
Cuando hablamos de accesorios, nos referimos a los elementos textiles o a las maderas. Por ejemplo, pon marcos de puerta de una madera oscura, toallas de colores cálidos o, incluso, una grifería que no sea metálica o blanca, sino de otro tono más oscuro. Se trata de escoger pequeños detalles que no ocupen demasiado espacio pero que puedan sobresalir de los demás tonos monocromáticos y romper de esta manera con la monotonía.
Esto se puede conseguir con otros materiales que no sean la madera. También la cerámica o la piedra son opciones excelentes. Otra idea es cubrir una de las paredes con azulejos de un tono oscuro y cálido, en contraposición con el color blanco de las demás paredes. Quizás utilizar un patrón geométrico para los azulejos sea una opción atractiva para ti, que ciertamente añadirá un ritmo a tu cuarto de baño que no pasará desapercibido y lo hará destacar sobre los demás.
Sobre los complementos, como pueden ser jarrones, esculturas o incluso el propio mobiliario del cuarto de baño como una banqueta, hay que resaltar que estos deben de ser modernos y mantener las líneas de las que los otros elementos del cuarto de baño hacen uso, con colores que casen con los patrones ya creados. Finalmente, no podemos obviar una opción tan importante como la ducha. La sencillez, como ya hemos dicho, es imperativo, así que te recomendamos escoger un plato de ducha esencial y práctico, quizás en tonos grises o blancos.
Lo más importante es adaptar el estilo nórdico a las necesidades y gustos de cada uno. Solo de esta manera lograrás un cuarto de baño en el que sentirte a gusto y en el que puedas relajarte, una función vital de cualquier cuarto de baño.