Descubre en qué consisten las duchas ciclónicas

En un principio, el único objetivo de ducharnos no era otro que mantener una buena higiene corporal. No obstante, con el paso de los años, la ducha ha ido tomando un matiz diferente. Actualmente, muchos de nosotros concebimos la ducha como un momento para nosotros, un momento de descanso tanto a nivel físico como mental después de un duro día de trabajo.

¿Qué son las duchas ciclónicas?

Las duchas ciclónicas han ido ganando popularidad a pasos agigantados en los últimos años ya que vienen de lujo para estimular el sistema nervioso a la vez que se relaja la mente y el cuerpo. Hay muchísimos spas y balnearios que ofrecen sesiones de duchas ciclónicas.

No obstante, si no queremos gastarnos demasiado dinero, también tenemos la opción de tomar estas duchas en casa. Para ello, lo primero es tomar una ducha de agua caliente. Cuando hablamos de agua caliente, nos referimos a una temperatura máxima de 37 grados centígrados; no es recomendable que la temperatura del agua supere a la corporal porque daña la piel.

Luego, comienza la sesión de ducha ciclónica propiamente dicha. Consiste en ir aplicando chorros de agua a alta presión sobre distintas zonas del cuerpo, alternando el agua caliente y el agua fría. Los chorros de agua caliente se aplican sobre los hombros y la espalda, mientras que los chorros de agua fría se aplican sobre las piernas y los pies. El tiempo máximo que debe durar la ducha es de 5 minutos.

Conviene descansar entre 10 y 15 minutos y, a continuación, se puede volver a repetir el proceso una última vez. Lo ideal es esperar 2 horas después de comer para tomar este tipo de duchas.

¿Cuáles son los beneficios las duchas ciclónicas?

  • Este tipo de duchas que alternan los chorros a presión de agua fría y  caliente estimulan de manera notable el sistema nervioso. El resultado es una gran sensación relajante tanto a nivel físico como mental.
  • Las duchas ciclónicas estimulan el sistema circulatorio. Muy recomendables para personas que tengan problemas de varices o cualquier otro problema de circulación.
  • Además, actúan para el tratamiento de lesiones como esguinces o torceduras.
  • En personas mayores, estas duchas son especialmente beneficiosas porque fortalecen los huesos.

Las duchas ciclónicas no están recomendadas para personas embarazadas.