Consejos para que tu ducha siempre tenga buen olor

El cuarto de baño y la ducha son los lugares donde se llevan a cabo todas las tareas de aseo e higiene. Al haber tantas cañerías y tuberías en esa zona, es normal que se generen malos olores. Es importante combatirlos, ya que un baño que huele mal puede llegar a resultar muy incómodo. También es importante para los invitados, ya que no hay mejor sensación que ir a un cuarto de baño ajeno y encontrarlo aseado. Que huela bien, es sinónimo de limpieza y pulcritud, algo que es vital en los cuartos de baño.

Cómo hacer que tu ducha y tu baño huelan bien

Lo más importante de todo, es limpiar el baño de manera regular. Si no lo haces, olvídate de que tenga un buen olor hagas lo que hagas. No conseguirás eliminar el mal olor ni aunque pongas a funcionar cinco ambientadores al mismo tiempo. Lo segundo más importante, es contar con un cuarto de baño aireado. Si tienes ventana, no te olvides de abrirla cada vez que uses el cuarto de baño para evitar que se concentren la humedad y los olores.

Sin embargo, hay ocasiones en las que ni siquiera haciendo esto es suficiente. Eso se debe a que las toallas mojadas, las cañerías viejas o la mala ventilación que un baño pueda tener por defecto, dificultan que se genere un buen olor. A parte de limpiar, tienes que secar bien las toallas. Si tu cuarto de baño no está bien ventilado, evita secarlas ahí. Sácalas a la terraza o al balcón o colócalas a secar en una zona mejor ventilada.

Si haciendo esto el mal olor persiste, no te preocupes, porque vas por el buen camino. Ya has eliminado muchos factores que originan el mal olor, como las toallas húmedas, la mala ventilación o la suciedad. Ahora solo queda incorporar elementos que hagan que la estancia huela mejor. Puedes optar por ambientadores. Los hay eléctricos que van soltando ráfagas de manera periódica o manuales, para que lo uses cada vez que accedas al cuarto de baño o a la ducha.

Otra alternativa es el incienso. Los hay de muchos tipos: artesanales, perfumados, naturales… Además los inciensos tienen un doble beneficio: aportan buen olor y además tienen propiedades relajantes, por lo que también puedes encenderlos si quieres disfrutar de una ducha que te ayude a desconectar y a estar más tranquilo.

Las velas aromáticas funcionan de la misma forma que los inciensos. Tienen que ser encendidas cuando vayas a utilizarlas y también tiene propiedades relajantes, además de ir soltando un aroma que hará que tu baño y tu ducha huelan mejor.

La última opción es la de las bolsitas perfumadas, que puedes ponerlas en cajones o en algún armario del cuarto de baño. Lo bueno de esta alternativa es que puedes elaborarla a tu gusto, combinando los olores que prefieras. En las velas o en los inciensos, por ejemplo, el olor suele venir de fábrica y no se puede alterar.