¿Es mejor ducharse por la mañana o por la noche?
El debate sobre la mejor hora para ducharse parece haber llegado a su fin con las últimas investigaciones de Harvard, constatando si es mejor por la mañana o la noche.
Diferencias importantes sobre la mejor hora para ducharte
En la reconocida Universidad de Harvard la psicóloga Carson, cree haber encontrado la mejor respuesta para este dilema, detectando las diferencias. Existen personas que necesitan una ducha cuando se despiertan a primera hora de la mañana, para responder mejor en el trabajo y otros individuos que no pueden conciliar el sueño sin una ducha antes de acostarse.
Beneficios de la ducha matutina:
Nuevos estudios descubren las ventajas de una ducha a la mañana para despertar tu creatividad y fomentar la relajación manteniéndote alerta durante el día.
Especialmente cuando esperas una jornada intensa y estresante la especialista aconseja, liberar las presiones antes de comenzar la rutina con una ducha.
Beneficios de la ducha nocturna:
Las evaluaciones realizadas por la experta concluyen que la hormona del estrés disminuye y se reducen los valores de cortisol cuando te duchas por la noche, ayudando a la relajación antes de dormir y el agua favorece el descanso al regular tu temperatura corporal, mejorando el descanso nocturno.
La inducción al sueño después del baño está comprobada y según las consideraciones de la psicóloga son mejores especialmente, si os cuesta desconectar de los problemas o las situaciones estresantes del día.
El eterno dilema y la mejor opción para ducharte
Disfruta de los beneficios de un baño adaptado al momento que consideras oportuno, dependiendo de tus necesidades personales para relajarte y liberar todo el estrés, tanto con las duchas nocturnas como matutinas.
La mayoría de las personas no se enfrenta a este dilema porque no considera importante el horario de su ducha, algunos prefieren comenzar el día con más energías y otros relajarse antes de acostarse por la noche.
Los objetivos que estableces entre tus prioridades, como un ascenso laboral o el descanso adaptado a tus necesidades tienen su momento, como las duchas.
Generalmente la población española mantiene un aseo diario para despojarse de la sudoración y malos olores corporales, mientras las diferencias se centran en el horario oportuno que puede ser por la mañana y por la noche antes de la cena.
El desagradable sonido del despertador para muchos no ayuda a primeras horas del día, pero la ducha provoca el milagro porque consigue con el enfriamiento de tus extremidades el efecto de vasoconstricción y disminuye el sueño.
Os recomendamos la ducha de agua templada que oscila entre los 24ºC y 30ºC, favorece la circulación sanguínea y evita el estado de somnolencia que percibes por la mañana, según las explicaciones de los profesionales de la Sociedad Española de Sueño.
El agua en una temperatura ideal os ayudará a poneros en marcha y durante el contacto del cuerpo con el líquido elemento influirá en tu ánimo positivamente.
Las personas con estados depresivos y baja tensión arterial experimentan una fatiga psíquica notable, principalmente en horas de la mañana porque les cuesta bastante levantarse de la cama. Los especialistas proponen una ducha matinal totalmente energizante para contrarrestar estas sensaciones, provocadas por el sistema parasimpático que genera una tendencia a la relajación muscular.
En individuos con mayor presencia en este mismo sistema, se percibe una sensación de aceleración y encuentran mayores ventajas en la ducha antes de dormir.
Los procesos cognitivos de tu mente durante el momento de la ducha se relajan y facilitan la creatividad o nuevas ideas que estabas necesitando, para un proyecto concreto en algunas ocasiones.
¿Cuándo es el mejor tiempo de ducha y desconexión?
La base científica sobre el momento perfecto para mejorar la vasodilatación, que os beneficiará para desconectar de un día extenuante, incluye el baño con agua caliente por la noche, olvidando todo para predisponerte al descanso.
Las razones claves se centran en la transición que provocan al alcanzar la fase de somnolencia, gracias al aumento de temperatura periférica corporal.
El fin de la jornada es el momento adecuado para una ducha relajante, eliminando toda la sudoración y acumulación de sebo durante el día. La experiencia de bienestar que produce se combina con otros elementos importantes, como la renovación de tu piel al desechar células muertas, grasa y suciedad. También colaboras en la higiene de tus sábanas que permanecen limpias por más tiempo.
Concluyendo, no existe una alternativa mejor que otra para elegir el momento ideal de tu ducha, porque ambas ofrecen grandes beneficios.
Si decides comenzar tu día con un baño de agua fría será perfecto, pero si prefieres hacerlo por la noche recordad que la temperatura debe elevarse para evitar un enfriamiento al anochecer, además puede ser complicado el proceso de adaptación durante la vigilia.