Lo que no debes hacer en la ducha

Los errores habituales que cometes en el momento del baño diario se relacionan con la esponja que usas, frecuencia de la ducha y temperatura del agua, entre otros.

¿Cómo debe ser la ducha perfecta?
En España hacemos caso omiso a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que según los estudios realizados la ducha perfecta no tienen que superar 5 minutos de tiempo y tampoco 95 litros de agua.

Sin embargo, las encuestas en nuestro país demuestran que más del 90% de las personas no cumplen estas indicaciones, también se ha dado a conocer que el 45% de los habitantes tienen la costumbre de ducharse todos los días, frecuentemente por más de 10 minutos.

El uso del agua varía entre hombres y mujeres, siendo las chicas quienes gastan más agua al permanecer hasta 20 minutos en la ducha, pero se compensa este tiempo con las personas que menos se bañan por semana, generalmente son 1 de cada 4 españoles y lo hacen tres veces por semana.

Los especialistas en dermatología enumeran los errores que cometes durante el aseo personal y pueden afectar tu piel, entre los más comunes:

  • Abusar de geles o jabones: recuerda buscar fórmulas que no eliminen el ácido de tu piel, sin componentes que pueden dañar la capa hidrolipídica. Actualmente el mercado ofrece productos en estas condiciones que puedes elegir, prestando atención al etiquetado antes de comprarlos.
  • Ducharte con agua muy caliente: lo mejor es no subir la temperatura y regular hasta templar adecuadamente el agua, según los consejos de profesionales de la salud para no afectar o irritar tu piel, se considera templada hasta 24º C y caliente 30º C.
  • Usar productos perfumados: no se aconseja utilizar champús o jabones con excesivo perfume, porque en las pieles sensibles provocan dermatitis y alergias. Estos artículos que se comercializan para la higiene, cuanto más cosmético contienen presentan mayores riesgos para tu epidermis.
  • Repetir la ducha: generalmente los españoles se bañan una vez por día, pero si asistes al gimnasio tendrás que hacerlo nuevamente, siendo lo más adecuado ducharte rápidamente sin jabones para no dañar la piel.
  • Depilarte en la ducha: rasurarte el vello mientras cae agua puede ocasionarte problemas de irritación, será conveniente renunciar a esta costumbre y de lo contrario, hacerlo con espumas o productos específicos también con agua fría.
  • Controlar el pH: la importancia de usar jabón con equilibrio ácido, reside en lograr la higiene sin daños por el grado de acidez en tu cuerpo. El nivel recomendado es entre 4,5 y 5,5 y el agua tiene que contener un pH de 7 para equilibrar el contenido cercano a 5.
  • No aclarar correctamente: otro error que no debes cometer al ducharte, porque el resto de jabón en tu piel provocará irritaciones.

¿Qué fallos cometes durante el lavado de cabello?
En la ducha que incluye lavarte la cabeza tienes que evitar algunos errores para mantener el brillo, controlando estos aspectos que los estilistas consideran importantes para el cuidado de tu pelo:

  • Evitar la sobredosificación: tanto el champú como la crema suavizante pueden provocar un efecto contrario, cuando aplicas mayor cantidad de la recomendada. El excedente se mantiene en el cabello y produce descamación, sequedad o picor, razones importantes, usando el producto en dosis justas como el tamaño de la nuez.
  • Repartir bien el producto: el lavado perfecto incluye un buen reparto del champú y acondicionador, sin concentrar en la coronilla la cantidad que usas para después masajear sin friccionar fuertemente el cuero cabelludo.
  • Aclarado óptimo: el lavado requiere un correcto aclarado después del uso de champú, que reconocerás cuando escuches chirriar tu pelo al escurrir, siendo las consecuencias menor volumen, opacidad y poco brillo.

Errores que cometes a diario en la ducha
Identificados por los profesionales del sector de la estética otros fallos que cometes sin saberlo, puedes seguir los consejos médicos que advierten sobre estos errores, entre los más relevantes:

  • No cepillarte las uñas: una acción olvidada por muchas personas que tienes que realizar, como algo habitual durante tu ducha tanto en manos como pies usando geles o jabones a tu gusto.
  • Olvidar llevar toalla: un complemento que no puede faltar para secar sin frotar tu piel húmeda, recordando el uso posterior de cremas hidratantes para mejorar la luminosidad, también puedes aplicar aceites después de dejar unos minutos que se seque de forma natural la epidermis.
  • Eliminar células muertas de la espalda: una zona donde se acumula mayor cantidad de células y que requiere frotar con esponja preferentemente, para quitar los restos dando paso a las nuevas. Estos elementos en distintas variedades que ofrece el mercado te facilitarán la tarea y recuperarás el esplendor de tu piel después de la ducha. Decidirte por la esponja es una circunstancia que recomiendan los médicos especialistas en dermatología, como método eficaz para favorecer tu higiene corporal en la espalda.