¿Por qué es importante darse una ducha antes y después de la piscina?

Cuando vamos a una piscina pública, siempre vemos un cartel que nos indica que tenemos que ducharnos antes de darnos un baño en la misma. De igual manera, nuestras madres, desde bien pequeños nos han insistido en la importancia de darse una ducha después de salir de la piscina. Pero, ¿por qué es tan importante ducharse antes y después de la piscina? Vamos a arrojar un poco de luz sobre este asunto.

¿Por qué hay que ducharse antes de meterse al agua?

El motivo no es simplemente por higiene hacia el resto de bañistas, sino que se trata más bien de una medida para mantener la salubridad del agua. Hay que tener en cuenta que el agua de las piscinas se trata con cloro y otro tipo de desinfectantes para eliminar las bacterias.

Pues bien, los niveles de estos productos desinfectantes en la piscina son inofensivos para la población. No obstante, si nos metemos al agua con otros elementos químicos que llevamos en nuestro cuerpo o cabello (cremas, champús y lociones), estos pueden mezclarse con el cloro y el resto de desinfectantes y generar cloramina, un compuesto químico muy dañino.

De generarse este tipo de compuesto químico, los bañistas pueden sufrir irritación en los ojos, así como en el sistema respiratorio. De ahí la importancia de ducharnos antes de meternos a la piscina.

¿Y por qué darse una ducha después de bañarse en la piscina?

La razón por la que es muy importante que nos duchemos después de darnos un chapuzón en la piscina es muy sencilla: retirar el cloro de nuestro cuerpo y cabello. El cloro es muy perjudicial, de manera que hay que retirarlo, y cuando antes mejor.

El cloro deja la piel muy seca, con una textura muy áspera. Así, lo ideal después de darnos un baño en la piscina es darnos una ducha con un gel hidratante. En cuanto al cabello, los efectos son parecidos: el pelo se ve áspero, sin brillo, sin vida. Lo más aconsejable a la hora de tomar una ducha después de la piscina es que utilicemos un champú especial para cabellos secos.

Por lo tanto, la ducha antes y después de la piscina es prácticamente una obligación que en ningún caso tenemos que pasar por alto.